lunes, 4 de marzo de 2019

Maratón de Tokio - 03 de Marzo de 2019 - #22

A la Maratón de Tokio, al igual que a las otras Majors (NYC, Berlín, Chicago y Londres), se puede acceder por marca (tiempo), por sorteo, por aporte a alguna organización de caridad que sea "partner" del evento, o por la compra de algún paquete turístico (que es MUY caro) que incluye el combo completo (pasaje, estadía, inscripción, etc.). La única excepción es la Maratón de Boston, a la que sólo se puede acceder por marca (aunque no me queda claro si las alternativas de paquete turístico o institución de caridad son válidas. Deberían serlo, ya que "money talks").

Para el año 2019, las probabilidades de salir elegido para poder inscribirme en Tokio eran de 1 en 380.000, aproximadamente, por lo que me puedo considerar afortunado por haber recibido el email confirmando mi selección, en Octubre de 2018. Ahí comenzaba la aventura de inscribirme, planificar el viaje a un país y, particularmente, a una ciudad, alucinante... que siempre había pensado con conocer. Y que mejor que hacerlo corriendo la Maratón!.
Una de las cosas que me motiva en la vida es correr, así que, con todos esos ingredientes, cómo no correr Tokio?

Y como este no es un blog turístico, me concentraré a lo que realmente me convoca: Los pormenores de la Maratón.

Expo Maratón:
Fuimos el día viernes a la expo. Hay que tomar un tren que para llegar a la isla en donde se efectúa esta exposición, y que deja muy cerca de sus instalaciones (mención aparte es que el sistema de transporte en Tokio es espectacular, y aunque parece muy complejo, al cabo de unas horas ya se tiene todo muy claro. Los japoneses son muy inteligentes para casi todo, y las estaciones de metro tienen números, cosa que le simplifica mucho la vida a los extranjeros).
Todo muy expedito en la expo, pese a que había mucha gente. La acreditación y entrega del "kit" fueron muy rápidas y la exposición era bastante grande, con un notable entusiasmo de las personas que promovían los diferentes stands, como sólo los japoneses lo pueden hacer, aunque no se entienda nada de lo que están hablando.
Muchos regalos, revistas, geles, souvenirs, etc.
Un par de horas de recorrido en la expo. y nos fuimos.
En general no soy de prolongar mucho mi estadía en esos lugares. Creo que los nervios de la carrera me juegan en contra.


Maratón:
El pronóstico indicaba lluvia a partir del mediodía del domingo, día de la carrera, pero lamentablemente comenzó mucho antes, cerca de las 7 de la mañana.
Levantada a las 6 AM, ducha y camino al metro para llegar hasta el lugar de partida: Las instalaciones del Gobierno Metropolitano de Tokio.  Durante el transcurso de la caminata de 30 minutos hasta el metro pude disfrutar de mi desayuno (barras de cereales, chocolates y proteínas, acompañados de mucho isotónico).
Cuando abrieron nuestra puerta para entrar al sector de corredores (Gate 2) ya comenzaba la lluvia, bastante tímida, y que al rato se volvió muy pesada.
Si en algo hay que criticar a la casi perfecta organización, es la elección del punto de partida (aunque no sé si hay alguna opción de cambiarlo): Habían muy pocos baños para los cerca de 38.000 corredores, y accesos hacia los cajones de partida bastante estrechos, los que cuando se está a pocos minutos de la largada no dan abasto para soportar el flujo de corredores.
La calle principal de la largada se ubica en un segundo nivel, por lo que hay un primer nivel "bajo techo" en donde muchos nos refugiamos de la lluvia todo el tiempo que fue posible.
A una hora de la largada se me ocurrió hacer una última ida al baño, pero luego de 30 minutos aún quedaba una gran fila para acceder al W.C., y se acercaba la hora de encajonarse. Así que dejé a un lado esa incipiente necesidad fisiológica, con la idea de satisfacerla durante la carrera.
De ahí el trayecto hacia mi zona de partida fue caótico. Muchos corredores tratando de avanzar por los estrechos pasillos para finalmente llegar hasta nuestro sector de salida. Eran las 8:50, y la largada estaba planificada para las 09:10.
Por las pantallas gigantes se podía ver la ceremonia de inicio del evento: Un par de discursos en japonés de quienes supongo eran autoridades deportivas, y la presentación de los atletas elite, hombres y mujeres (debo decir que, según mi humilde opinión, no había ningún nombre "de peso" dentro de los africanos).

A las 09:10 hrs. se da la largada de la Maratón de Tokio y, a diferencia de otros Majors, acá parten todos juntos (como Los Jaivas). De todos modos, dada la enorme cantidad de corredores, pasaron 7 minutos para que nuestro grupo pudiera pasar por la línea de salida, así que a las 09:17 ya estaba corriendo.... con Parka.
Pocas veces he corrido con lluvia. En general evito salir cuando está lloviendo. Reconozco que una llovizna leve es agradable, pero la lluvia a full es distinta. Las zapatillas quedan muy pesadas, y lo mismo sucede con la polera o lo que se lleve puesto arriba, sin mencionar lo resbaloso de las calles. Además en Santiago nunca llueve más de 2 días seguidos, así que... porqué no mejor esperar el día siguiente?. Salir a correr "hoy o mañana" no hace ninguna diferencia.
Y por eso mismo la experiencia de Tokio fue muy extraña, porque era tanta la lluvia que el primer par de kilómetros los corrí con parka, y no fui el único. Casi todos los corredores se tapaban con lo que tuvieran a mano (parkas, chaquetas, plásticos... hasta paraguas). En ese momento me preguntaba, "¿Habrá alguien más que en su sano juicio haga esto?". Correr voluntariamente con frío y lluvia por casi 4 horas es de locos, y precisamente en estos eventos es que nos juntamos más de 40.000 locos a vivir lo que nos apasiona.
Ya entrando en calor, cerca del Km. 3, dejé mi parka en uno de los receptáculos especiales que tenían habilitados los organizadores para reciclar la ropa que era descartada por los corredores, para después donarla a instituciones de caridad alrededor del mundo. Excelente idea.
En general la lluvia y el frío que nos acompañaron toda la carrera no fueron ningún problema para mi. No los sentí, salvo en los últimos 7 Kms. en que inevitablemente tuve que bajar el ritmo por los calambres que tenía en los cuádriceps e izquiotibiales de ambas piernas. Con el ritmo menor, en esos últimos kilómetros sentí frío... y la lluvia no paraba. Reconozco que esa parte final de la carrera se me hizo muy dura, aunque se compensaba en parte por la emoción de estar a punto de finalizar mi 5to Major.
Lo que más me preocupaba era pensar que cuando cruzara la meta no me iba a poder cambiar de ropa hasta mucho rato más, en el hotel. Sabía que las calles cortadas y todos los desvíos no hacían fácil el desplazamiento post-carrera.
Aparte de los calambres finales, la verdad es que me sentí bastante cómodo en la mayoría del trayecto, pese a que al inicio de la carrera (km. 8 aprox.) comencé a sentir una molestia en el talón derecho, bastante leve, pero que encendió mis alarmas y el fantasma de la fractura de calcáneo (Buenos Aires, año 2009) apareció en mi mente.
No quería sorpresas (al menos en cuanto a dolor se tratara), así que me tomé un analgésico de rápido efecto en el Km. 15, y otro en el Km. 30, con lo que cualquier molestia se vería mitigada al menos hasta el día siguiente.
Debo decir que la ingesta de analgésicos es algo que sólo me permito hacer cuando corro maratones, en caso de ser necesario. En esas instancias los dados están tirados, y el abandono no es opción. En el resto del tiempo, en carreras cortas y entrenamientos, soy enemigo de cualquier medicamento: Mi lema es escuchar al cuerpo y actuar en base a lo que va diciendo.

Ultimos 2 Kilómetros y ya saboreaba el momento de cruzar la meta. Con mucho frío y calambres, pero con una tremenda emoción de terminar una experiencia única e inolvidable.
Cruzo la meta y a los pocos metros me entregan una toalla, un poco más allá un poncho y luego un polerón, que la verdad no servían de mucho porque el frío iba "por dentro". Finalmente, recibo la espectacular medalla, le pido a un colega corredor que me tome la foto de rigor, y me dirijo al metro más cercano para encontrarme con mi amada Claudia, que me acompaña siempre en esta locura de correr.

La maratón de Tokio ya es historia.

Tiempo: 3 horas, 49 minutos, 37 segundos
Zapatillas: Saucony Ride 9


  • En la Expo


  • Todo ordenado el día anterior

  • Amaneciendo en Tokio el día de la Maratón, rumbo hacia la partida





  • Entrando a la zona de partida. Comienza la lluvia.






  • En el encajonamiento






  • La Largada


  • Media Maratón

  • Kilómetro 25

  • Kilómetro 30


  • En Algún Lugar...













  • Kilómetro 40

  • La llegada












  • La celebración